Habia una vez un señor con una loca obsecion hacia las caraotas refritas, pero cada vez que las comia le producian una gran cantidad de gases letales.
Un dia conocio a una chica y se enamoro.
Cuando ya era una realidad que se iban a casar el hombre penso: Ella es tan dulce que jamas aguantaria uno de mis letales "pedos" asi que hizo el gran sacrificio de dejar de comero caraotas refritas.
Se casaron, un dia al hombre se le quedo el carro accidentado cuando venia del trabajo.
Llamo a su esposa y le dijo que llegaria tarde a casa porque tenia que caminar bastantes kilometros.
En el camino al hombre le dio hambre asi que entro a una arepera y no aguanto la tentacion de pedir 3 con caraotas refritas.
Asi que en todo el camino a casa el hombre se tiro pedos y mas pedos sintiendose suficientamente seguro como para que cuando llegara ya habria expulsado hasta el ultimo suspiro del recto.
Llego y abrio la puerta y salio su esposa, contenta y agitada exclamo:
Mi amor esta noche te tengo una sorpresa para la cena
Le vendo los ojos y lo acompaño hasta la silla del comedor donde lo sento, justo cuando le iba a quitar la venda sono el telefono.
La mujer se fue a contestar el telefono pero no sin antes advertirle que no se quitara la venda de los ojos.
El hombre en vista de que la mujer no estaba cerca apreto las nalgas y dejo salir un pedo si ruido pero si lo suficiente mente fetido que solo el autor del mismo lo soportaria, rapidamente saco un pañuelo y empezo a hacer aire para que el pedo se fuera.
Cuando todo volvio a la normalidad sintio la necesidad de ecarse otro asi que apoyo nuevamente todo su peso en las nalgas y dejo salir el pedo a diferencia del anterior este era tan fetido que podria matar a una mosca a 5 metros de distancia asi que empezo a batir el pañuelo.
Con un oido atento a la conversacion telefonica el hombre se triro otro y otro estos eran increiblemente podridos, el hombre orgulloso aspira fuertemente para oler su "creacion".
De repente el hombre escucha el fin de la conversacion telefonica y la mujer dirijiendose hacia el lo que significaba el fin de su libetad para tirarse pedos.
Asi que se puso el pañuelo en sus piernas y entrecruzo los brazos con una sonrisa de oreja a oreja para parecer inocente.
La esposa disculpandose por la duracion de la llamada telefonica le pregunta que si se ha quitado la venda de los ojos.
El le asegura que no ha visto nada, la esposa le quito la venda y ahi estaba la gran sorpresa!!!
¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡QUINCE INVITADOS SENTADOS ALREDEDOR DE LA MESA PARA CELEBRAR SU CUMPLEAÑOS!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Moraleja
Nunca te tires un pedo a ciegas porque no sabes a quien vas a poner azul.
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